Scones



Mi historia de amor con los scones se remonta a la primera vez que fui a Londres. Mis amigos me llevaron al tradicional Afternoon tea (en mi caso afternoon coffee) y ahí los conocí. A partir de ese momento he ido probando los que hacen en diferentes lugares. Nunca me defraudan.

¿Qué necesito? (para 24 scones aproximadamente)

500 grs. de harina
30 grs. de levadura en polvo
100 grs. de azúcar glas
100 grs. de mantequilla
200 grs. de leche
100 grs. de nata
1 huevo

¿Cómo lo hago?

Primero vamos a poner en un bol grande la harina tamizada, la levadura y el azúcar glas. Mezclamos bien los ingredientes y añadimos la mantequilla cortada en pequeños daditos. Con los dedos vamos haciendo que la mantequilla se mezcle bien con los ingredientes secos hasta conseguir una textura arenosa (ojo a no dejar trozos de mantequilla enteros por el medio). 
Ahora es el momento de añadir la nata. La incorporamos bien a la masa con ayuda de una espátula o cuchara de madera y por último vamos echando poco a poco la leche y revolviendo hasta conseguir una masa suave que no se pegue a los dedos (la última parte de este paso es mejor hacerla con las manos).


Precalentamos el horno a 180º.
Mientras se calienta el horno, en una superficie limpia y enharinada, colocamos la masa y la estiramos con ayuda de un rodillo hasta que tenga un grosor de unos 2 cm. Con una forma redonda para galletas vamos cortando la masa y colocando los scones en la bandeja del horno que habremos cubierto con papel de hornear. 


No es necesario dejar mucho espacio entre ellos porque tienden a crecer a lo alto pero no a lo ancho.
Cuando los tengamos todos dispuestos en la bandeja, batimos el huevo y los barnizamos con un pincel de cocina.


Los horneamos durante unos 20-25 minutos y ya. Pasado este tiempo tendremos unos deliciosos scones. Los podemos dejar enfriar o comerlos calentitos, eso depende del gusto de cada uno.


En el Reino Unido los suelen acompañar con mermelada y clotted cream. Esta exquisita crema es, por desgracia,  prácticamente imposible de encontrar si no vives allí, así que nosotras nos los hemos comido con mantequilla y mermelada de fresa, que también vale.



Enjoy!

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