Bollitos de pan blanco con sésamo


Siempre me atrajo la idea de hacer pan en casa pero sobre todo últimamente porque hoy en día es difícil encontrar pan realmente bueno y cuando lo encuentras el precio, aunque merezca totalmente la pena, es alto.
Mi primer paso fue comprar una panificadora que, aunque no es obligatoria, ayuda bastante y aligera el trabajo. Empecé a hacer alguna que otra receta pero el resultado no me acababa de convencer porque me sabía mucho a levadura y esa no era la idea de pan que tenía en la cabeza así que me metí de lleno en el mundo de la masa madre, abrumador al principio pero, como a todo, se le acaba cogiendo el truco.
Esta es el primer pan que hice usando masa madre, siguiendo al gurú del pan, Ibán Yarza. El resultado, buenísimo, lo que me convenció para seguir experimentando con nuevas recetas e ideas que sin duda iré compartiendo con vosotros.

¿Qué necesito? (para unos 8 bollitos)

600 grs. de harina de trigo
150 grs. de masa madre al 100% (aquí Ibán Yarza os explica cómo hacerla)
300 ml. de agua
1 cucharadita y media de sal
25 grs. de sésamo
1 huevo

¿Cómo lo hago?

Si usamos la máquina de pan solo tenemos que meter la harina, el agua y la sal en la máquina y poner el programa de amasado. Cuando lleve unos minutos amasando, añadimos la masa madre.
Si lo hacemos manualmente, ponemos la harina formando un volcán en una superficie limpia y vamos añadiendo el agua, en la que habremos disuelto la sal, poco a poco y trabajando la masa hasta que los ingredientes se vayan mezclando. Cuando acabemos con el agua, empezamos a añadir la masa madre y seguimos amasando durante unos 10 minutos hasta que tengamos una masa compacta que no se pegue a los dedos. Si es necesario añadir más harina, lo hacemos sin miedo.


Una vez tengamos la masa lista, la ponemos a fermentar durante unas 6 horas en un lugar cálido y sin corrientes de aire. Si la hacéis en la máquina ya la podéis dejar dentro.
¿Por qué tanto tiempo? os preguntaréis. Pues porque la masa madre tarda más que la levadura en subir ya que es totalmente natural. Lo más aconsejable es hacer la masa por la noche y hornear el pan por la mañana.
Pasadas las 6 horas, veremos que la masa, por lo menos, ha doblado su tamaño. Ya podemos trabajar con ella.


Es el momento de hornear.
Precalentamos el horno a 180º.
Primero tostamos el sésamo en una sartén a fuego bajo hasta que veamos que se empieza a dorar. Reservamos.
Dividimos la masa en pequeñas bolas (del tamaño de una pelota de tenis, más o menos) y las colocamos en la bandeja del horno (cubierta con papel sulfurizado) bien separadas las unas de las otras para que cuando crezcan, que crecerán, no se peguen entre ellas.
Con un cuchillo, practicamos una incisión no muy profunda en forma de cruz. Esto es opcional pero los bollos quedarán mucho más bonitos así.
Batimos un huevo y, con ayuda de un pincel de cocina, pintamos los bollos. Por último, espolvoreamos el sésamo por encima y metemos la bandeja en el horno.
Debajo de la bandeja con los bollos vamos a poner un recipiente grande con agua para que haya bastante humedad durante la cocción.
Horneamos durante 1 hora y media más o menos y se acabó. Ya tenemos un pan buenísimo y totalmente natural.


Si queréis preparar el pan pero no lo vais a consumir todo en el mismo día, podéis sacar algunos bollos unos 10 minutos antes de tiempo. Los dejamos enfriar y los congelamos. Así, cuando los queramos comer solo habrá que hornearlos durante 10 minutos y para disfrutar de un pan recién hecho.


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