Tormento de amor


El dulce que os traemos hoy no tiene forma de corazón ni nada rojo pero su historia es una de las más románticas que hayamos oído nunca, hablando de pasteles, claro. No nos podéis negar que el nombre del postre es de lo más original ¿verdad? Y como todos, tiene su historia.

Esta especie de tartaletas viene de muy lejos, concretamente de las islas Saintes, en Guadalupe. Cuenta la leyenda que las mujeres de los pescadores preparaban este dulce para sobrellevar mejor el tormento de esperar el regreso de sus maridos del mar y que así conseguían olvidar su amargura y mal de amores gracias al dulzor del coco. Al parecer, no todos los barcos regresaban de la mar por las frecuentes tormentas caribeñas, así que entendemos que para ellas fuese un auténtico tormento la espera. En todo caso, si la historia de este dulce nos parece curiosa, su nombre nos fascina.


Fuente: www.guadeloupe-islands.com
Hoy en día estos pasteles son casi cuestión de estado en las islas Saintes y hay decenas de mujeres que los preparan y los venden diariamente a los turistas. La receta tradicional, la que os traemos hoy, es una tartaleta de masa quebrada con relleno de mermelada de coco y recubierta por un bizcocho genovés. Pero hoy en día también se preparan de mermelada de guayaba, piña o plátano, sabores muy caribeños como podéis ver. Así que si no sois fans del coco, vosotros también podéis animaros a utilizar otro sabor de mermelada. Pero si el coco os vuelve locos como al chico que se ha comido estos tormentos, entonces, os podemos asegurar que como él mismo ha dicho: ¡El verdadero tormento es que se acaben!

¿Qué necesito?

masa quebrada (receta aquí)

Para la mermelada de coco:
1 coco
250 gr. de azúcar moreno
500 ml. de agua
1 rama de canela
nuez moscada

Para el bizcocho genovés:
3 huevos
100 gr. de azúcar blanco
100 gr. de harina
1 cdta. de vainilla
pizca de sal

¿Cómo lo hago?

En primer lugar, debemos estirar la masa quebrada y forrar nuestros moldes de tartaletas. Pinchamos con un tenedor la masa y los reservamos en el frigorífico mientras preparamos el resto de ingredientes: la mermelada de coco y el bizcocho genovés.

En primer lugar, vamos a preparar la mermelada de coco y para ello necesitamos pelar el coco y triturar toda la pulpa hasta obtener una textura lo más fina posible. Calentamos el agua junto con el azúcar moreno, la rama de canela y la nuez moscada. Cocinamos a fuego fuerte hasta que comience a hervir y dejamos fundirse el azúcar durante 3 minutos. Pasado este tiempo, incorporamos el coco triturado y removemos con una espátula. Dejamos cocinarse todo a fuego suave durante 40 minutos.

Es el turno de la masa del bizcocho genovés que cubrirá nuestros tormentos. En un bol, batimos los huevos junto con el azúcar y la pizca de sal a velocidad fuerte. Necesitamos montar los huevos, así que tendremos que batir la mezcla unos 10-15 minutos, dependiendo de la potencia de la batidora. Una vez montados, incorporamos la harina tamizada poco a poco en forma de lluvia  y con mucho cuidado de no destruir el aire de nuestra mezcla espumosa. Para ello, mezclaremos la harina con ayuda de una espátula con movimientos delicados y envolventes. Por último, añadimos una cucharadita de vainilla para aromatizar el bizcocho.

Ahora que ya tenemos todos los ingredientes que componen nuestros tormentos es el momento de pasar al montaje.



Colocamos sobre cada tartaleta de masa quebrada una capa de mermelada de coco, más o menos hasta casi la mitad. A continuación, rellenamos la otra mitad con la masa del bizcocho genovés. Introducimos los tormentos en el horno precalentado a 180ºC durante aproximadamente 40 minutos, hasta que veamos que están ligeramente doraditos. Por último, espolvorear los tormentos con coco rallado y servir con mucho amor este domingo o cualquier otro día del año. 


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