Raxo.
El raxo, junto con la zorza, es una de las recetas más típicas y populares de la cocina gallega. Como siempre, la máxima es ingredientes de calidad y preparación sencilla. Si venís a Galicia, no dejéis de pedirlo. No hay carta de restaurante que no lo tenga, por algo será.
Este plato es fácil y rápido por lo que os puede sacar de más de un apuro cuando el tiempo apremia.
Como siempre que nos encontramos con una receta tradicional, hay tantas formas de prepararlo como casas. Os traigo la de mía, no sé si es la mejor, pero está buenísima.
Bienvenidos al Galicia's way of life!
¿Qué necesito?
500 gr de carne de cerdo criado con castañas (cinta de lomo, por ejemplo)3 dientes de ajo
Perejil fresco
Sal
Vino blanco
Aceite de oliva
¿Cómo lo hago?
Primero vamos a preparar la carne. Yo normalmente uso cinta de lomo (que tenga un poquito de grasa), pero la verdad es que se puede hacer con casi cualquier carne que no tenga hueso. En realidad, el raxo era originalmente un plato de aprovechamiento y se solía preparar con los recortes que sobraban de otras piezas de carne, así que esa variante también nos vale. En este caso yo he decidido usar cerdo alimentado con castañas, es un poco más caro, pero merece la pena.
Picamos la carne en pequeños taquitos y lo adobamos con los dientes de ajo muy picados (yo uso un prensador) y el perejil fresco picadito también. Dejamos reposar durante un tiempo (mejor un par de horas, pero lo que podamos) en la nevera.
Para freírlo, ponemos un poco de aceite de oliva (un chorro abundante será suficiente) en una sartén de buen tamaño (la idea es que toda la carne toque la sartén). Ponemos el fuego al máximo y, cuando el aceite esté bien caliente, echamos los taquitos. Dejamos que se fría bien por un lado sin moverlo para que el aceite no pierda calor y, cuando esté ya un poco dorado lo revolvemos para que la carne se haga por todas partes. Este proceso es muy rápido porque si dejamos que se haga mucho quedará seco.
En cuanto veamos que está listo añadimos un buen chorro de vino blanco. Dejamos que se evapore el alcohol y nos quedará una salsita (no mucha, no es un guiso) que podemos mojar con un buen trozo de pan.
Normalmente este plato se acompaña con patatas fritas. Las ponemos de cama y vertemos el raxo con la salsa encima.
Listo, ¡a comerlo antes de que se enfríe!
¿Qué más necesito saber?
- En mi zona el raxo se hace en taquitos, pero en otras partes de Galicia (como la ciudad de Lugo) lo podéis encontrar en pequeños filetes muy finos.
- La salsa de vino es una de las formas de hacerlo, hay mucha gente que solo lo fríe y ya. Y también está bueno, para que nos vamos a engañar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario