Champiñones Strogonoff

Champiñones Strogonoff.


O Stroganoff, que ya no sé cuál de los nombre es mejor o más auténtico. 
Seguramente conocéis el nombre por la ternera Strogonoff, un plato más que famoso. 
Yo me he decidido a eliminar la carne de la ecuación y hacer unos buenos champiñones al mismo estilo. 
No os voy a mentir, el plato ligero, lo que se dice ligero, no es, aunque no lleve carne, pero el sabor y la textura de la salsa son una maravilla y queda perfecta para acompañar un arroz en blanco o unas patatas asadas. Así que si buscáis un plato para calentar el cuerpo ahora que empieza a hacer frío, esta es vuestra receta.

¿Qué necesito?

250 gr de champiñones
40 gr de mantequilla
3 dientes de ajo
1 cebolla mediana
200 gr de nata agria o crème fraîche
1 cucharada de harina
1 chupito de vodka (que para eso la receta viene de la madre Rusia)
1 vaso de caldo de verdura (si lo hacéis casero, recordad que lleva sobre una hora así que preparadlo con antelación)
Sal
Nuez moscada
Pimienta negra
Albahaca seca
1 cucharada de zumo de limón
Cebollino fresco para decorar

¿Cómo lo hago?

Primero lavamos y cortamos los champiñones en rodajas. En una sartén derretimos la mitad de la mantequilla y freímos los champiñones junto con dos dientes de ajo y salpimentamos. Cuando estén listos, desechamos el ajo y reservamos los champiñones en un bol.


En la misma sartén derretimos el resto de la mantequilla y pochamos el diente de ajo restante y la cebolla hasta que esta última esté transparente. Siempre con el fuego bajo, añadimos la cucharada de harina y revolvemos bien. Dejamos que se haga durante un minuto. Después echamos el chupito de vodka (si no tenéis vodka en casa o simplemente no os apetece usarlo, podéis cambiarlo por vino blanco). Dejamos que se evapore el alcohol y vamos vertiendo poco a poco el caldo de verduras (casero o de pastilla. Si optáis por el de pastilla, en un cazo echad un vaso de agua y media pastilla de caldo y calentad hasta que se haya disuelto totalmente). Ahora veis como la salsa empieza a espesar.
Añadimos los champiñones (con el jugo que hayan soltado) y un poco de albahaca y revolvemos bien. Echamos la nata agria (la podéis encontrar en supermercados como Carrefour. Si no la conseguís también podéis usar nata normal. El resultado no va a ser el mismo pero mal no sabrá.)
y aderezamos con el zumo de limón y un pellizco de nuez moscada. 
Mezclamos todo bien y dejamos que se haga durante unos cinco minutos, siempre a fuego bajo. Comprobamos la sal y en caso necesario echamos más.


La colocamos en un bol o fuente y decoramos con un poco de cebollino picado.




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