Ensalada de espárragos y langostinos marinados.
Aunque justo esta semana el clima no nos acompaña mucho entre vientos y lluvias, ya se acerca el verano y las ganas de recetas fresquitas se han apoderado de mí como siempre por estas fechas.
Las ensaladas son un plato que me encanta durante todo el año y me gusta usar los ingredientes de temporada para irlas variando y que no resulten monótonas.
En este caso, los invitados especiales son los espárragos trigueros, un producto maravilloso pero que, por desgracia, se deja ver durante poco tiempo en los mercados.De esta ensalada me fascinan también el aliño y el marinado, pero en este caso no han sido idea mía sino de la cocinera Sabrina Ghayour, de la que, como ya sabéis, soy muy muy fan.
¿Qué me decís?, ¿el cuerpo ya os pide comida veraniega tanto como a mí?
¿Qué necesito?
1 manojo de espárragos trigueros1 diente de ajo
50 gr de rúcula
6 langostinos
50 gr de queso feta
50 gr de nueces
1 limón
Aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de miel clara
Sal
Pimienta negra recién molida
¿Cómo lo hago?
Empezamos marinando los langostinos una media hora antes de preparar la ensalada. Para ello los pelamos, lavamos y ponemos en un bol con un chorro de aceite, la ralladura del limón y sal. Revolvemos y reservamos.
Mientras tanto, podemos preparar ya los espárragos. Los lavamos bien, les cortamos la última parte del tallo y los secamos con cuidado. Los prepararemos a la plancha en una sartén con un poquito de aceite, el diente de ajo (que habremos pelado y roto) y un pelín de sal. En unos 10 minutos a fuego medio ya estarán listos. Acordaos de irlos girando para que se hagan por todas partes. Los pasamos a una tabla y los cortamos en dos o tres partes. Reservamos.
Ahora vamos a freír los langostinos. Lo haremos en una sartén caliente durante un par de minutos con el aceite del marinado.
Ahora que ya tenemos todo listo, podemos ir montando la ensalada. En una fuente o plato grande extendemos una base de rúcula y sobre ella colocamos los espárragos. Desmenuzamos el queso feta, picamos las nueces y repartimos todo bien. Por último, colocamos los langostinos.
Lo único que nos queda es el aliño. En un vaso, mezclamos dos cucharadas de aceite de oliva con dos cucharadas de miel y con el zumo de medio limón. Salpimentamos y revolvemos bien hasta que se emulsionen los líquidos.
Aliñamos la ensalada y lista para comer.
¿Qué más necesito saber?
- Si no tenéis o no os apetece usar rúcula, otras hojas como berros, espinacas o canónigos quedan perfectas también.
- Otra forma quizá menos sana pero igual de sabrosa o más de preparar los espárragos es sustituir el aceite de oliva por una nuez de mantequilla.
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