Palitos de queso

Palitos de queso.

Es una verdad por todos sabida que no se puede hacer la compra cuando tienes hambre. Pero si eso hace que descubras un aperitivo tan bueno como estos palitos, pues ni tan mal, ¿no?

Estaba yo el otro día de acá para allá, como suele ser normal en mi día a día, cuando llegué al supermercado para hacer la compra, la verdad es que era un poco tarde y el hambre empezaba a apretar así que hice algo que no suelo hacer... me paré en la sección de horneados, donde hay multitud de dulces (como donuts o cruasanes) pero también algunas cosas para picar saladas y fue entre estas últimas donde vi estos palitos de queso. La gula me pudo y me llevé dos que, debo confesar que no llegaron ni a casa. 

Mientras los estaba comiendo pensaba en que en realidad estaban chupados de hacer así que al día siguiente compré un poco de queso a mi gusto y lo intenté en casa. Ni que decir tiene que se preparan en un periquete, están buenísimos y como aperitivo o para acompañar unas cervecitas van que ni pintados.

¿Queréis saber cómo se preparan?

¿Qué necesito?

1 placa de hojaldre
1 huevo
100 gr de queso rallado al gusto (yo escogí Gouda)
Un poco de queso Parmiggiano o similar para espolvorear por encima

¿Cómo lo hago?

Precalentamos el horno a 180º.

Estiramos la placa de hojaldre sobre papel de horno (ya podemos usar directamente el que trae la masa) y la cortamos en tiras verticales de unos 3 centímetros de grosor. Podemos ya colocar la masa  con el papel sobre la bandeja del horno para no tener después que mover los palitos, que son bastante delicados.

Espolvoreamos el queso por encima de las tiras y con cuidado las vamos girando cogiéndolas por los dos extremos y girando en sentidos opuestos (es decir, por arriba giramos la tira hacia la derecha y por abajo hacia la izquierda, por ejemplo) con cuidado de no perder mucho queso por el camino.

Batimos un huevo y barnizamos los palitos. 

Por último espolvoreamos un poco más de queso por encima. Para este paso yo recomiendo un queso como Parmiggiano o Grana Padano.

Horneamos a 180º durante unos 15 minutos o hasta que veamos que el huevo se empieza a dorar. 

Dejamos que enfríen, si es que podemos resistirnos al maravilloso olor que desprenden, y los disfrutamos acompañados de una cervecita fría o lo que más os apetezca.

¿Qué más necesito saber?

• Las placas de hojaldre que compramos ya estiradas es conveniente sacarlas del frigorífico una media hora antes de usarlas para que sean más fáciles de desenrollar.