Estamos acostumbrados a asociar las palabras muffin o magdalena con dulce. Sin embargo, los muffins salados tienen una larga tradición en otros países como los anglosajones. Hoy os proponemos una versión de estos bollos salados a base de espinacas y queso cheddar, que hemos adaptado a partir de una receta de la pastelería londinense Hummingbird.
¿Qué necesito?
360 gr de harina
200 gr de queso cheddar rallado
2 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
espinacas
30 gr de mantequilla
1 cebolla roja
350 ml de leche
1 huevo
pimienta
sal
¿Cómo lo hago?
Picamos muy bien la cebolla roja y la sofreímos en la mantequilla derretida hasta que esté bien hechita. La reservamos.
En un bol, colocamos la harina, la levadura, la sal, la pimienta y el queso rallado. Mezclamos todo con ayuda de una espátula.
En otro bol batimos la leche con el huevo y vamos añadiendo esta mezcla líquida al bol con harina poco a poco. Batimos todo con ayuda de una batidora eléctrica hasta obtener una masa homogénea. Agregamos a la masa las espinacas frescas y la cebolla que hemos freído.
Rellenamos moldes de muffin con la masa hasta cubrir sus 2/3. Los colocamos en una bandeja de horno y los cocinamos a 170 durante unos 30 minutos.
Ya sabéis que cada horno es un mundo y siempre hay que verificar que están bien hechos pinchando con un palillo en el centro de cada muffin y comprobando que el palillo sale limpio.
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