Crumble de manzana


El apple crumble es una de las tartas más conocidas de la repostería británica y fue creado durante la II Guerra Mundial a causa del racionamiento de alimentos. Por eso no es de extrañar que, aunque hoy en día existen infinidad de frutas con las que se prepara el crumble, los más famosos sean el de manzana y el de ruibarbo.
Desde que aprendí a prepararlo se ha convertido en una de mis recetas de cabecera. La razón es sencilla: la facilidad de preparación es directamente proporcional a la calidad de su sabor.


¿Qué necesito?

5-6 manzanas
1 cda. de canela molida
3 cdas. de zumo de limón
125 grs. de mantequilla
140 gr. de azúcar
160 gr. de harina


¿Cómo lo hago?

Precalentamos el horno a 180ºC. Pelamos las manzanas y las cortamos en dados. Las mezclamos con la canela, el limón y 2 cucharadas de azúcar. Revolvemos todo bien con cuidado para no destrozar la manzana. Untamos con mantequilla un molde de cerámica o cristal apto para el horno y colocamos en él la manzana.



En un bol, mezclamos la harina con el azúcar restante y la mantequilla a temperatura ambiente. Frotamos los ingredientes entre las palmas de las manos hasta conseguir una pasta arenosa muy similar a unas migas.



Echamos la pasta arenosa sobre las manzanas hasta cubrir el molde y horneamos hasta que se dore bien la pasta, unos 30 minutos aproximadamente.

El crumble se sirve templado acompañado de helado de vainilla o natilla. Si queréis darle un toque diferente, le queda muy bien mezclar nueces o frutos rojos a la manzana. La verdad, el crumble es un postre muy fácil de preparar y se puede combinar casi con cualquier fruta. ¡Id abriendo boca con este de manzana porque pronto os traeremos muchos otros!

2 comentarios:

  1. ¡Gracias! La verdad es que es una receta muy fácil y muy agradecida. Lo puedes combinar con la fruta que más te guste.

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