Almejas a la marinera



Esta semana os traemos una receta muy especial, las almejas a la marinera que prepara mi madre. Este plato me huele a Galicia y sobre todo me huele a familia, porque es uno de los hit must del recetario de mi madre y un imprescindible de cualquier celebración especial que se tercie.

La verdad es que ella siempre las prepara en cantidades industriales porque somos como la tribu de los Brady, pero aquí os dejaremos unas medidas más razonables. Eso sí, haceos con una buena barra de pan o incluso dos y saltaos el protocolo, porque mojar el pan en la salsa es uno de los mayores placeres. ¡El que avisa no es traidor!

¿Qué necesito? (para 4 comensales)

1 kg de almejas
3 cebollas
aceite de oliva
350 ml. vino blanco
2 dientes de ajo
3 cdas. de pan rallado
perejil fresco
orégano
pimentón dulce
pimentón picante


¿Cómo lo hago?

En primer lugar, pasamos las almejas por agua y las lavamos bien para eliminar cualquier basurita que pudiesen tener. Por otra parte, picamos las cebollas, el ajo y el perejil y reservamos.

En una tartera (de un tamaño apropiado a la cantidad de almejas), calentamos abundante aceite a temperatura suave. Añadimos la cebolla picada y dejamos cocinar con la tartera tapada. A continuación, echamos el ajo y perejil picados y dejamos la tartera tapada a fuego medio hasta que la cebolla se poche. Es el momento de añadir las almejas (hacedlo con cuidado para evitar que se rompan las conchas). Removemos con cuidado con la ayuda de una cuchara de madera para mezclar bien las almejas con el sofrito de cebollas.


Cuando las almejas estén abiertas, será el momento de incorporar el vino blanco - a poder ser un ribeiro o albariño -. Además, añadiremos orégano, pimentón dulce y pimentón picante (la cantidad al gusto del consumidor). Debemos remover bien todo, aunque siempre con cuidado, para que el pimentón se mezcle bien con el líquido de la tartera. Dejamos cocer todo entre 20 y 30 minutos en la tartera con la tapa puesta para que no se evapore la salsa.

Transcurrido este tiempo, llega el último paso que consiste en añadir el pan rallado para que la salsa espese un poco y coja cuerpo. Removemos bien para que llegue a toda la salsa y dejamos unos minutos más en la tartera para que se cueza el pan rallado y espese la salsa. ¡Listo! Solo queda pasar todas las almejas y la salsa (por supuesto) a una fuente con un poco de fondo y a disfrutar de este manjar con el pan bajo el brazo.

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