Pumpkin Pie (Tarta de calabaza)

Dicen que no hay Thanksgiving (Acción de Gracias) si no hay Pumpkin Pie. Pues eso, como se aproxima tan señalada fecha en los calendarios norteamericanos, no nos hemos podido resistir a traeros esta tarta tan típica, otoñal y de un fruto tan de temporada como la calabaza.


¿Qué necesito?

masa quebrada (para la base)
 2 huevos
375 gr. de puré de calabaza
210 ml. de leche evaporada
200 gr. de azúcar moreno (o blanco también vale)
1 cda. de harina
1 cdta. de sal
1/4 cdta. de pimientas
1/2 cdta. de jengibre
1/2 cdta. de nuez moscada
3/4 cdta. de canela
nata (opcional)

¿Cómo lo hago?

Nuestra primera misión es preparar puré de calabaza fresco. Es tan simple como someter la calabaza cortada en pedazos a cualquier tipo de cocción (o sea al horno, cocida o al vapor). Nosotros optamos por la vaporera, para intentar mantener todas sus propiedades. Una vez cocida solo hay que triturarla y ponerla a escurrir sobre un colador o chino, para eliminar toda el agua posible y que no altere nuestra preparación. Ya tenemos listo el ingrediente estrella de nuestra tarta.


Precalentamos el horno a 180º y realizamos una cocción en blanco de la masa quebrada, la base de nuestro pie. Le damos forma a la masa sobre un molde rizado, la pinchamos con un tenedor y la cubrimos con papel de horno y garbanzos, para que no suba. Una vez cocida (aprox. en 15 minutos) la retiramos del horno y la dejamos enfriar.

Mientras tanto, preparamos el relleno de calabaza de nuestra tarta. Colocamos en un bol todos los ingredientes, o sea, el puré de calabaza, los huevos, el azúcar, la harina, las especias y la leche evaporada (una especie de leche semicondensada que encontraréis en el súper cerca de la nata líquida y la leche condensada). Aunque no es imprescindible, nosotros optamos por pasar el azúcar moreno previamente por el molinillo, para asegurar una textura más suave. Mezclamos todos los ingredientes bien hasta obtener una masa homogénea y lisa. Vertemos la masa líquida sobre nuestra masa brisa y horneamos durante 40 minutos aproximadamente (los últimos 10 minutos bajamos la temperatura a 170º).  En todo caso, verificamos la cocción clavando un palillo en el centro y asegurándonos de que salga limpio.

Tan solo queda deleitarnos con el olor a calabaza y especias que inundará la cocina y servir la tarta fría acompañada de nata montada o de yogur. Aunque es tan sabrosa que, a decir verdad, no necesita acompañante.



2 comentarios:

  1. Ya lo dije en facebook pero lo repito por aquí. La hice ayer y está buenísima. Gracias por la receta!

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    1. Gracias Estefanía. Nos hace mucha ilusión que hayas probado nuestra receta y más aun que te haya gustado.

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